3 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se
pierden,
4 para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo
para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio de la
gloria de
Cristo, que es imagen de Dios.
5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como
Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.